Gerocultora – Turno B

Susana Fernández Carrio

Gerocultora
Susana Fernández Carrio

Gerocultora

Técnico en cuidados auxiliares de enfermería.

Técnico superior en agencia de viajes

Curso Básico de Prevención de Riesgos Laborales.

Curso Manipulador de Alimentos.

 

Me llamo Susana, pero casi siempre me llaman Su y soy  gerocultora en la Residencia Los Fresnos.

Antes me dedicaba a ayudar a que la gente llenará su mochila con experiencias y viajes únicos, organizando con ilusión y ajustando cada detalle a lo que venían buscando una vez se sentaban en mi mesa, pero siempre tuve la sensación de que no era mi sitio para porque personalmente me faltaba algo y no me acaba de llenar del todo. Debido al declive que fue sufriendo el sector junto con una situación personal complicada, me decidí a cambiar de rumbo y como tenía claro en qué dirección ir, me puse a estudiar. Cuando finalicé mis estudios de geriatría me ofrecieron la posibilidad de realizar las prácticas en la Residencia Los Fresnos.

Recuerdo que el primer día que llegué a la residencia iba con una frase  grabada en la cabeza, » el lunes empiezas y a darle caña» y así fué.

Según entre en el centro y vi a mi primera compañera poniéndole los calcetines y las zapatillas a un residente, tenía claro que de brazos cruzados no me iba a quedar y que todo lo que pudiera hacer para ayudar sería positivo. Así que me puse manos a la obra e intenté  absorber todas las enseñanzas que me inculcaban mis compañeras. ¡Recuerdo que  corría por los pasillos para llegar a donde tuviera algo que hacer!

Fueron pasando las semanas y cada vez me encontraba más a gusto tanto con el trabajo, como con todo el personal y con “mis güelinos”, como a mí me gusta llamar a los residentes.

Sin esperármelo, Alejandro me llamó un día a su despacho y me dijo que estaba encantada con mi actitud en el trabajo y me ofreció quedarme e incluso sin haber concluido el período de prueba convirtió me contrato en indefinido. No podía estar más contenta o eufórica diría yo.

Esa sensación se reaviva en mi cuando la jornada sale redonda, cuando con una simple gracia consigo sacar una sonrisa o con un simple gesto uno de mis güelinos se siente único, porque así me gusta hacerles sentir, especiales y únicos, como los son cada uno de ellos. Darles un abrazo y bromear con ellos, simplemente darles mi atención y cuidarles lo mejor que sé.

Antes, cuando me preguntaban a que me dedicaba lo decía sin más, pero ahora cuando me preguntan lo digo alto y claro, trabajo en una residencia, mejor dicho trabajo en la Residencia Los Fresnos.

¡Y  finalmente encontré mi sitio!